Leon Challis-Davies, chef embajador de British Game Assurance, cree que la sostenibilidad es un mensaje imprescindible que se debe dar a los minoristas, los chefs y los consumidores por igual:

«Si los cotos están bien gestionados, como lo están aquellos de los que se ocupa British Game Assurance, no son solamente sostenibles de cara a la preparación para el futuro, sino que además son buenos para el medioambiente. Se calcula que en el Reino Unido consumimos entre 19 y 21 millones de pollos a la semana. Por lo general, los animales tienen seis semanas de edad y se crían exclusivamente para el consumo humano. Por el contrario, piezas de caza como las perdices y los faisanes son aves totalmente salvajes, alcanzan una edad mínima de tres meses antes de que se abra la veda y se cazan en los bosques en los que viven».

Si bien el faisán y la perdiz están volviendo a recuperar su popularidad como ingrediente complementario en otras recetas, una cuestión que siempre ha resultado complicada para las empresas procesadoras de carne de caza es la venta de las aves enteras. Adoptando un modelo novedoso con el fin de dar a conocer y suscitar el interés por la carne de caza, BGA contactó con Fri-Jado, fabricante de hornos de asar y equipos de exposición de productos calientes, convencidos de que podrían aportar una perspectiva única. Leon asegura:

«BGA busca constantemente nuevas formas de vender y despachar carne de caza a los consumidores. Debería resultar fácil, puesto que su contenido natural de grasa es menor y el de proteína es mayor que el de prácticamente cualquier otra carne, con la ventaja añadida de que se obtiene en la zona. Pero no siempre es así. BGA se puso en contacto inicialmente con Fri-Jado por el asador autolimpiable, al pensar que la combinación única del equipo y de un proceso de cocinado uniforme podría ofrecer resultados interesantes. Al principio tenía mis reservas acerca de si la carne cocinada en un horno de asado lograría los resultados deseados que espera el consumidor y que daría lugar a que repetiría la compra».

Una vez cocinadas, las aves se introdujeron en una vitrina MDD de Fri-Jado para conservar el calor, para simular lo que se haría en las tiendas y locales de alimentación de todo el país. En este caso, los resultados del proceso también sorprendieron a Leon:

«La vitrina para conservar el calor fue extraordinaria. Cuanto más tiempo permanecía la carne cocinada en su interior, mejor estaba. Como si se sometiera a un suave vacío. Hasta el punto de que cuando la probamos, la carne de caza estaba increíblemente tierna y jugosa, a la vez que conservaba todo su sabor. Estoy seguro de que lo que logramos en la sesión con Fri-Jado no es solamente una manera única de servir el faisán y la perdiz, sino que además se puede considerar una alternativa adecuada para pollos enteros. Esto es algo increíblemente interesante».

Considerando las posibles ventajas de esta nueva forma de exponer y cocinar la carne de caza británica para chefs, minoristas y consumidores, Leon concluye:

«La colaboración entre BGA y Fri-Jado supone una oportunidad magnífica para todos. Puede influir positivamente en nuestra industria alimentaria y en el medioambiente en general. Me quedé impresionado con la consistencia, el sabor y la textura de las aves cocinadas, mientras que el proceso de cocinado único y llamativo del horno de asar aporta otra dimensión a la venta de carne de caza británica